Señales de la existencia de un problema de visión en niños

Revisión ocular, lo más importante

La revisión ocular de los más pequeños no solo es importante para comprobar el estado de su salud visual, sino que es clave para poder valorar el correcto funcionamiento de los ojos, músculos, nervios y cerebro que intervienen en el proceso completo de la visión. Porque una buena salud visual repercutirá tanto en una buena visión como en el rendimiento y en los resultados académicos de los niños.

Las edades comprendidas entre los 5 a 8 años son las más propensas al desarrollo de defectos refractivos como la hipermetropía, el astigmatismo, la miopía, el estrabismo o la ambliopía u ojo vago. Por eso, se recomienda realizar revisiones a partir de los 3 años, siempre y cuando no existan enfermedades visuales hereditarias o que hayan sido detectadas en sus primeros años de vida.

Señales que deben alertar al adulto

Entre las alteraciones visuales infantiles más comunes, se encuentra la miopía, un defecto de refracción que se manifiesta, entre otros síntomas, con la aparición de visión borrosa de lejos. Entre los 3 y los 4 años, un 10% de los niños padecen esta afección la cual puede desarrollarse y evolucionar tras el inicio del colegio, de tal forma que alrededor del 20% de los niños de entre 6 y 10 años padecen esta enfermedad.

En esta situación, tiene un papel fundamental el uso continuado de smartphones ,tablets y ordenadores influyendo además de manera poco positiva la ausencia, cada vez más, de las actividades al aire libre. Estas nuevas conductas y las nuevas formas de vida poseen una relación directa con el síndrome de la fatiga o estrés visual, ya que el sistema visual inicialmente no ha evolucionado tan rápido como para adaptarse a las nuevas tecnologías.

En este sentido, los problemas de visión pueden afectar directamente a sus resultados académicos siendo los responsables, en muchas ocasiones, de la falta de entendimiento o visualización de los contenidos y figuras que fomentan la distracción y el aislamiento.

Por eso, padres y educadores pueden estar alerta ante varias señales que indiquen cualquier síntoma:

—Lagrimeo constante durante la realización de las tareas del colegio

—Torcer la cabeza frecuentemente

—Entrecerrar los ojos

—Aproximarse a la TV o a cualquier aparato electrónico

—Dolor de cabeza

—Frotarse los ojos con frecuencia

—Tropezar bastante

—Ojos rojos